La empresa cuenta con cuatro hectáreas de cultivos en la localidad de Santiago de Huatatas y se prepara para ingresar al mercado nacional en los próximos meses
Por Angie Hinostroza
Fotografía por Mérida Cárdenas
Dentro de los productos agropecuarios procedentes de Latinoamérica, aquellos que destacan por su alta demanda de exportación son los berries. Frutos como la frambuesa, fresa, zarzamora y arándanos son aclamados por el mercado americano y europeo, de tal manera que incluso lograron desplazar al aguacate o palta durante el primer semestre del 2021. Hasta hace un par de años, México y Chile eran considerados los principales exportadores de este producto a nivel mundial. Sin embargo, desde su entrada al mercado de berries, el Perú se ha posicionado como líder exportador de los mismos, sobre todo en la variedad de arándanos según el reporte del Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores, CIEN-ADEX.
Las ciudades del norte del país, como La Libertad, Lambayeque y Lima, son las principales regiones exportadoras de berries. Así, es en la capital donde encontramos las principales empresas exportadoras de berries en el Perú, como la reconocida Inkas Berries, empresa que incluso cuenta con 50 hectáreas sembradas en el centro de México, en donde también entabló una alianza estratégica con la empresa Tunneltek y que además ha logrado posicionarse con éxito en el mercado europeo. Por su parte, regiones del centro-sur del Perú, como Ancash y Junín, buscan ingresar al mercado.
En Ayacucho no existía una empresa que como tal se dedicara a la producción estos frutos a pesar de la rentabilidad y demanda de esta especie. Es así que, analizando el mercado y la oportunidad, en el 2016 nace Ayacucho Berries: una empresa familiar que apuesta por la producción de calidad de arándanos, frambuesas y zarzamoras en la localidad de Santiago de Huatatas.
Según nos explica su fundador César Juscamaita, los berries sembrados en la sierra del país tienen características peculiares, pues su dulzor, calidad y tiempo de duración posterior a la cosecha es considerablemente mayor en comparación a los sembrados en la costa. Para dotarlas de estas cualidades, las plantas pasan por un proceso de aclimatación que dura un año. “Normalmente las plantas se importan de Chile u Holanda según su material genético. Estas plantas, como tal han nacido y han sido propagadas en una zona diferente al clima en el que queremos sembrarlas; entonces hay un proceso de aclimatación que normalmente ocupa un año con todas las temporadas. Y eso hacemos: le damos su tiempo antes de empezar a producir”.
Adicional a este proceso se emplean sistemas de siembra que potencian las cualidades de estos frutos. Para el caso del arándano, se aplica el sistema de riego hidropónico a través de un sistema de goteo. “Utilizamos un sustrato exclusivo para la planta, no hacemos una combinación con la tierra y otras cosas. Utilizamos bolsas con capacidad de 35 litros como maceteros, donde la planta sembrada tiene una vida útil de 10 años, e incluimos un tipo de riego, también, mediante el cual se le aplican nutrientes a la planta por el sistema de goteo fertirriego”. Por otro lado, para frambuesas y zarzamoras, se utiliza la misma tierra agrícola, así como el sistema de riego por goteo, “Así aprovechamos el ahorro de agua y direccionamos el agua a cada planta, así cada una de ellas recibe la cantidad necesaria y aprovechamos una mayor producción en la planta”.
En cuanto a la temporada de siembra y cosecha de berries, esta se adecúa a la demanda en el mercado a nivel nacional. “En el transcurso del año, para el caso del arándano, los precios varían. De enero a abril, el precio es relativamente barato, pero hay un momento en el que sube; dependiendo de la oferta a nivel nacional nosotros nos adecuamos a ello”. Con base en ello es que se programan los tiempos de siembra y cosecha, poda y manejo de bioestimulantes para obtener una mejor calidad.
De la misma manera, para estandarizar los procesos vegetativos del cultivo en temporadas de frío en Ayacucho, se estimulan a las plantas con una alimentación basada en nutrientes que las ayuden a resistir lluvias o heladas muy fuertes; así mismo, es recomendable cubrir la zona del cultivo con un techo, a manera de construir un domo que proteja a las plantas no solo de estos fenómenos climáticos, sino del ataque de plagas y pájaros.
Ayacucho Berries aún se encuentra en su etapa piloto y se proyecta a expandir y sembrar extensiones de cultivo que cubran las 40 hectáreas en los siguientes meses; de esta manera, se proponen empezar a exportar sus frutos a nivel nacional, siendo Lima su mercado objetivo. Igualmente, apuestan por ser una empresa sustentable, ya que a partir de la merma generada de los cultivos pretenden continuar su proyecto complementario llamado Serendipia y posteriormente elaborar derivados como néctares y mermeladas.
Actualmente, encontramos los productos de Ayacucho Berries en Serendipia, el minimarket Maxis, el Mercado Central y Nery García.
Sobre Serendipia
Es una heladería que opta por insumos naturales para la preparación de comidas y postres, ofreciendo una experiencia de sabores únicos y saludables. Además de encontrar las bayas de Ayacucho Berries, también pueden degustar el helado de esta mixtura.
Serendipia está ubicada en el jr. 9 de Diciembre frente a la iglesia Santo Domingo.