En el Perú, el 80% del agua disponible es utilizada en la agricultura, un sector que enfrenta el gran desafío de crecer y triplicar su valor sin comprometer la sostenibilidad de este recurso vital.
El 4 de octubre se conmemora el Día de la gestión responsable del agua, una fecha clave para reflexionar sobre el uso sostenible de este recurso vital para la vida y el desarrollo económico. En el Perú, la agricultura consume el 80% del agua disponible, y los cultivos requieren en promedio 10,000 m³ de agua por hectárea (ANA). Este nivel de demanda convierte a la gestión hídrica en un reto urgente, especialmente si el país busca triplicar el valor de su agroexportación para 2040.
De acuerdo al Banco Mundial, las industrias que dependen intensivamente del agua representan casi dos quintas partes del PBI nacional, mientras que la agricultura aporta el 4.6%. Sin embargo, los impactos del cambio climático –como sequías, inundaciones y lluvias extremas– ya han dañado más de 20,000 hectáreas agrícolas.





Tecnologías para un consumo responsable
La digitalización y la innovación ofrecen soluciones que pueden reducir el consumo de agua hasta en un 95% sin afectar la producción:
- Agricultura vertical: ahorra hasta 250 millones de litros de agua al año mediante automatización, robótica y reciclaje del agua vaporizada.
- Gemelos digitales: simulan escenarios y calculan la dosis exacta de agua y nutrientes por planta, optimizando la productividad agrícola.
- Riego inteligente: el Programa Nacional de Riego Tecnificado ya impulsa su implementación en 19 regiones del país.
- Tratamiento de agua potable y residual: nuevas tecnologías permiten modernizar plantas, reducir pérdidas y garantizar sostenibilidad.
El futuro del agro peruano pasa por la adopción de estas soluciones. Solo con una gestión hídrica responsable y tecnológica se podrá equilibrar la seguridad alimentaria, el crecimiento económico y la conservación de nuestras fuentes naturales de agua.











