Un símbolo andino de conservación
Con una emotiva participación de comunidades altoandinas, visitantes nacionales e internacionales, se llevó a cabo el XXIX Festival Internacional de la Vicuña y el XXX Chaccu Nacional en la Reserva Nacional Pampa Galeras – Bárbara D’Achille, en Lucanas, Ayacucho. Este emblemático evento es un modelo de encuentro entre tradición viva, protección de la biodiversidad y turismo rural comunitario.

Un símbolo andino de conservación
El Chaccu de vicuñas, práctica ancestral de origen prehispánico, fue el acto central del evento. Esta actividad consiste en el arreo comunal y captura de vicuñas con fines de esquila, permitiendo recolectar su valiosa fibra sin dañar a los animales. Esta técnica ancestral es un ejemplo de aprovechamiento sostenible y respeto por la naturaleza, y forma parte del patrimonio cultural del Perú.

Compromiso institucional
Durante la ceremonia, la vicegobernadora regional de Ayacucho, Tania Vila Sosa, reafirmó el compromiso del Gobierno Regional con la conservación de la biodiversidad y el impulso del turismo rural. “Sabemos lo que representa la vicuña en nuestra región. Conocemos el alto valor de su fibra, pero es necesario darle un valor agregado para que esta actividad sea verdaderamente sostenible en el tiempo”, declaró. Asimismo, anunció el futuro Proyecto Guanaco, una nueva iniciativa que ya cuenta con presupuesto aprobado.

Más que una fibra, una identidad
La vicuña representa mucho más que una fuente de ingresos: simboliza la herencia cultural, la sabiduría ecológica de los pueblos andinos y su capacidad de gestión comunitaria. El festival, además de fomentar el comercio local, refuerza el vínculo entre conservación activa y desarrollo sostenible.





